El ex cantante de Los Piojos presentó su primer disco solista, Espejos, en el Palacio de los Deportes. Crónica y fotos del recital.
Primera parte. Con velos y turbantes, Andrés Ciro Martínez y Los Persas abrieron el show con "Antes y después", como en Espejos, el disco que presentaban en el Luna Park. Después asomó un cover de Pappo ("El viejo") y una perlita piojosa: "Te diría". La lista era un subibaja constante. Aunque el público recibía bien las novedades solistas del cantante (especialmente las más enérgicas, caso "Banda de garage" y su afano a los Kinks), el lugar terminaba explotando con los hits del grupo que lo hizo popular, como pasó después con "Todo pasa" y "Luz de marfil".
Se sabe: todo solista necesita de un puñado de músicos a su alrededor para colgársele del cuello, hacerle morisquetas y arengarlo en los solos. Así que ahí estaban, estoicos, Juanjo Gaspari y Juan Abalos en guitarra, Lulo Isod en batería, Broder Bastos en bajo y Chucky de Ipola en teclados. Sonaban aceitados, pese a no zapar juntos hace más de un año. "¿Cómo andan, tanto tiempo? Alucinante este recibimiento que me han dado", agradeció Ciro y se retiró. Intermezzo.
Segunda parte. Tras un cambio de vestuario, el grupo salió de camisa y smoking, look bien fifties, para estar a tono con los temas "Blues del gato sarnoso", "Rockabilly para siempre" y "Blues de la ventana" (en un escenario paralelo, montado del lado del Super Pullman). En el medio, mecharon "Blues del traje gris", un oldie de Chactuchac (1992) que encajaba perfecto. "¿Tienen ganas de bailar?", preguntó Ciro, dando pie a un bloque disco (¡hasta hizo pasito a lo Travolta!) con "Ruleta" y "Manjar", más algunos fraseos de "Miss you", de los Rolling Stones, y "Debede" de Sumo. Chucky fue el principal compinche para este segmento.
Tercera parte. Ya más relajados, de remera y pantalón, llegó lo mejor. Con Micky Rodríguez de invitado ("un viejo amigo, que no es lo mismo que un amigo viejo") hicieron "Paso a paso", un reggae de protesta, y después se acopló Daniel Buira con La Chilinga en percusión para "Verano del '92". Un mini-ritual, todo un déjà vu. El público piojoso reversionó el clásico cantito ricotero: "Olé, olé, olé, olé, olá, sólo te pido que se vuelvan a juntar". Ciro mostró una mueca de sorpresa. "Si acabamos de juntarnos...", gambeteó con mucha cadera y siguió con "Malambo para Luca", acompañada de imágenes del Pelado en las pantallas, y la lúdica "Chucu chu" (a falta de "Como Alí"), con la banda haciendo trencito (!) sobre el escenario.
Cuarta parte. Para el final quedaron tres temas de Espejos: "Insisto", "Noche de hoy" y el track oculto del álbum, conocido como "Trapos" y devenido en un nuevo "Finale", con la lectura de los barrios de todas las banderas del público, ese momento donde uno ya va enfilando para el fondo. Berazategui, González Catán, Maquinista Savio, Hurlingham, Liniers, Almagro, Ramos Mejía... y la puerta de salida del Luna Park.
Fuente: rollingstone.com.ar
Primera parte. Con velos y turbantes, Andrés Ciro Martínez y Los Persas abrieron el show con "Antes y después", como en Espejos, el disco que presentaban en el Luna Park. Después asomó un cover de Pappo ("El viejo") y una perlita piojosa: "Te diría". La lista era un subibaja constante. Aunque el público recibía bien las novedades solistas del cantante (especialmente las más enérgicas, caso "Banda de garage" y su afano a los Kinks), el lugar terminaba explotando con los hits del grupo que lo hizo popular, como pasó después con "Todo pasa" y "Luz de marfil".
Se sabe: todo solista necesita de un puñado de músicos a su alrededor para colgársele del cuello, hacerle morisquetas y arengarlo en los solos. Así que ahí estaban, estoicos, Juanjo Gaspari y Juan Abalos en guitarra, Lulo Isod en batería, Broder Bastos en bajo y Chucky de Ipola en teclados. Sonaban aceitados, pese a no zapar juntos hace más de un año. "¿Cómo andan, tanto tiempo? Alucinante este recibimiento que me han dado", agradeció Ciro y se retiró. Intermezzo.
Segunda parte. Tras un cambio de vestuario, el grupo salió de camisa y smoking, look bien fifties, para estar a tono con los temas "Blues del gato sarnoso", "Rockabilly para siempre" y "Blues de la ventana" (en un escenario paralelo, montado del lado del Super Pullman). En el medio, mecharon "Blues del traje gris", un oldie de Chactuchac (1992) que encajaba perfecto. "¿Tienen ganas de bailar?", preguntó Ciro, dando pie a un bloque disco (¡hasta hizo pasito a lo Travolta!) con "Ruleta" y "Manjar", más algunos fraseos de "Miss you", de los Rolling Stones, y "Debede" de Sumo. Chucky fue el principal compinche para este segmento.
Tercera parte. Ya más relajados, de remera y pantalón, llegó lo mejor. Con Micky Rodríguez de invitado ("un viejo amigo, que no es lo mismo que un amigo viejo") hicieron "Paso a paso", un reggae de protesta, y después se acopló Daniel Buira con La Chilinga en percusión para "Verano del '92". Un mini-ritual, todo un déjà vu. El público piojoso reversionó el clásico cantito ricotero: "Olé, olé, olé, olé, olá, sólo te pido que se vuelvan a juntar". Ciro mostró una mueca de sorpresa. "Si acabamos de juntarnos...", gambeteó con mucha cadera y siguió con "Malambo para Luca", acompañada de imágenes del Pelado en las pantallas, y la lúdica "Chucu chu" (a falta de "Como Alí"), con la banda haciendo trencito (!) sobre el escenario.
Cuarta parte. Para el final quedaron tres temas de Espejos: "Insisto", "Noche de hoy" y el track oculto del álbum, conocido como "Trapos" y devenido en un nuevo "Finale", con la lectura de los barrios de todas las banderas del público, ese momento donde uno ya va enfilando para el fondo. Berazategui, González Catán, Maquinista Savio, Hurlingham, Liniers, Almagro, Ramos Mejía... y la puerta de salida del Luna Park.
Fuente: rollingstone.com.ar