Las 30 mil personas que se dieron cita en la ex Ciudad Deportiva de Boca Juniors, en la Costanera Sur, desafiaron a la lluvia para disfrutar de los conciertos de las bandas estadounidenses Rage Against The Machine y Queens of the Stone Age, dos de los grupos que renovaron el género del rock duro y el heavy metal.
Los Rage trajeron su rock guerrilla o su rap-metal-guerrilla a Buenos Aires, con sus letras que apuntan profundamente contra el establishment estadounidense, el sueño americano, el Clan Bush y las corporaciones. El combo está construido sobre tres instrumentistas notables como Morello -un moderno dios de la guitarra-, Commerford y Wilk, y sobre ellos se monta la prédica rapera del ruludo De la Rocha, con sus letras con alto compromiso social, a favor de los inmigrantes y de denuncia de los privilegios que las corporaciones tiene en Estados Unidos.
Parte de esa prédica se trasladó a la Argentina donde el grupo recibió a obreros de la fábrica recuperada de cerámicos Zanon para conocer la experiencia obrera y exhibió durante todo su show una gran estrella roja en el centro del escenario.
El concierto arrancó con la poderosa "Testify" de su disco "La batalla de Los Angeles", donde quedaron en claro los roles dentro del grupo: Commerford-Wilk aportan el groove de una base poderosa, Morello hace magia con las seis cuerdas y De La Rocha rima con frenesí. Los Rage no conocen de medios tiempos o de baladas, las partes musicales van desde el heavy, pasando por el funk hasta el hard rock, mientras el cantante no entona melodías ni estribillos, dispara consignas e historias como una propaladora post-RUN DMC.
La furia "guerrillera" siguió con "Bombtrack", mientras Morello demuestra por qué es un gran guitarrista haciendo un solo de cable con la palma de su mano mientras arma efectos con la pedalera y la púa. La noche fue un derroche de clásicos con canciones como "People of the Sun", "Know your enemy" hasta que en "Bulls on Parade", De la Rocha ritmo con la base "Obreros de Zanon, Obreros sin patrón", mientras abajo el pogo era una marea de cuerpos sudorosos chocando.
En la canción "Bullet in the head", De la Rocha y el enorme y tatuado bajista Commerford comparten las voces, mientras Morello juega con el riff de "Kashmir", el clásico de Led Zeppellin. Luego siguieron "Guerrilla Radio", por la radio con la que el Ejército Zapatista difundía su lucha, "Clam like a bomb" y "Slep now" con un despliegue agotador del publico formando un mosh enorme.
La banda hace un parate y De la Rocha comienza a predicar contra la guerra en Irak, la explotación obrera y lanza la frase: "los piqueteros son un ejemplo para todo el mundo", reivindica al Che Guevara y la emprende con "Wake Up". Extasiados y sorprendidos por el recibimiento de la gente, los Rage volvieron al escenario para tocar "Freedom" y "Killing in the name", en los que volvió a lucirse Morello con su arsenal de riffs y solos.
Un rato antes, el escenario había estado ocupado por los Queens of The Stone Age, el combo liderado por el guitarrista Josh Homme, que también cambió las formas del heavy metal y del hard rock. Con innegables influencias de los primeros discos de Black Sabbath, Homme y todo su combo construyen con economía de acordes un hard rock notable, con los pasajes de cuelgue instrumental.
Con un enorme despliegue fueron pasando "Feel Good Hit of the Summer", "The Lost art of keeping a secret", "3`s & 7`s", "Sick sick sick" y "Burn on the wich", en los que la banda trasladó al publico a diferentes climas y atmósferas.
En su tercera visita a la Argentina, los Queens arrancaron a la gente de la humedad con los psicóticos riffs de "Go with the flow", "No one knows" y "Songs for the dead", abriéndole las compuertas a un gran pogo.
Con su trabajo en Queens, en las Desert Sessiones, con los Eagles of Death Metal y junto a Dave Grohl y John Paul Jones en Them Crocked Vultures, Homme se ha convertido en una figura clave de la escena del hard rock, por el buen gusto, por los climas que genera con su voz y sus letras.
Mientras las curvilíneas y tatuadas chicas rockeras abandonaban el predio que alguna vez fue el sueño fastuoso de Alberto J. Armando, la lluvia caía a raudales y los malchicos de negro caminaban en silencio, con la medianoche encima y con el estómago y las venas satisfechas de rock.
Fuente: Télam
Los Rage trajeron su rock guerrilla o su rap-metal-guerrilla a Buenos Aires, con sus letras que apuntan profundamente contra el establishment estadounidense, el sueño americano, el Clan Bush y las corporaciones. El combo está construido sobre tres instrumentistas notables como Morello -un moderno dios de la guitarra-, Commerford y Wilk, y sobre ellos se monta la prédica rapera del ruludo De la Rocha, con sus letras con alto compromiso social, a favor de los inmigrantes y de denuncia de los privilegios que las corporaciones tiene en Estados Unidos.
Parte de esa prédica se trasladó a la Argentina donde el grupo recibió a obreros de la fábrica recuperada de cerámicos Zanon para conocer la experiencia obrera y exhibió durante todo su show una gran estrella roja en el centro del escenario.
El concierto arrancó con la poderosa "Testify" de su disco "La batalla de Los Angeles", donde quedaron en claro los roles dentro del grupo: Commerford-Wilk aportan el groove de una base poderosa, Morello hace magia con las seis cuerdas y De La Rocha rima con frenesí. Los Rage no conocen de medios tiempos o de baladas, las partes musicales van desde el heavy, pasando por el funk hasta el hard rock, mientras el cantante no entona melodías ni estribillos, dispara consignas e historias como una propaladora post-RUN DMC.
La furia "guerrillera" siguió con "Bombtrack", mientras Morello demuestra por qué es un gran guitarrista haciendo un solo de cable con la palma de su mano mientras arma efectos con la pedalera y la púa. La noche fue un derroche de clásicos con canciones como "People of the Sun", "Know your enemy" hasta que en "Bulls on Parade", De la Rocha ritmo con la base "Obreros de Zanon, Obreros sin patrón", mientras abajo el pogo era una marea de cuerpos sudorosos chocando.
En la canción "Bullet in the head", De la Rocha y el enorme y tatuado bajista Commerford comparten las voces, mientras Morello juega con el riff de "Kashmir", el clásico de Led Zeppellin. Luego siguieron "Guerrilla Radio", por la radio con la que el Ejército Zapatista difundía su lucha, "Clam like a bomb" y "Slep now" con un despliegue agotador del publico formando un mosh enorme.
La banda hace un parate y De la Rocha comienza a predicar contra la guerra en Irak, la explotación obrera y lanza la frase: "los piqueteros son un ejemplo para todo el mundo", reivindica al Che Guevara y la emprende con "Wake Up". Extasiados y sorprendidos por el recibimiento de la gente, los Rage volvieron al escenario para tocar "Freedom" y "Killing in the name", en los que volvió a lucirse Morello con su arsenal de riffs y solos.
Un rato antes, el escenario había estado ocupado por los Queens of The Stone Age, el combo liderado por el guitarrista Josh Homme, que también cambió las formas del heavy metal y del hard rock. Con innegables influencias de los primeros discos de Black Sabbath, Homme y todo su combo construyen con economía de acordes un hard rock notable, con los pasajes de cuelgue instrumental.
Con un enorme despliegue fueron pasando "Feel Good Hit of the Summer", "The Lost art of keeping a secret", "3`s & 7`s", "Sick sick sick" y "Burn on the wich", en los que la banda trasladó al publico a diferentes climas y atmósferas.
En su tercera visita a la Argentina, los Queens arrancaron a la gente de la humedad con los psicóticos riffs de "Go with the flow", "No one knows" y "Songs for the dead", abriéndole las compuertas a un gran pogo.
Con su trabajo en Queens, en las Desert Sessiones, con los Eagles of Death Metal y junto a Dave Grohl y John Paul Jones en Them Crocked Vultures, Homme se ha convertido en una figura clave de la escena del hard rock, por el buen gusto, por los climas que genera con su voz y sus letras.
Mientras las curvilíneas y tatuadas chicas rockeras abandonaban el predio que alguna vez fue el sueño fastuoso de Alberto J. Armando, la lluvia caía a raudales y los malchicos de negro caminaban en silencio, con la medianoche encima y con el estómago y las venas satisfechas de rock.
Fuente: Télam