La banda norteamericana de rock alternativo Linkin Park debutó en la Argentina para presentar su último disco "A Thousand Suns", ante un estadio de Vélez con notorios claros que, a pesar de ostentar un sonido claramente preparado para un espacio más reducido, disfrutó de un show contundente, plagado de arreglos, transiciones bien logradas y un estilo muy propio.
A las 21.30 en punto, después de la actuación de Ojas y Ataque 77, la banda integrada por Chester Bennington, Mike Shinoda, Brad Delson, Joe Hahn, Rob Bourdon y Dave Farell salió a escena de la mano de "Wretches and Kings", uno de los pilares del cuarto y último CD con que el grupo californiano celebra el décimo aniversario de su carrera.
El show en un estadio de Vélez aún con las populares completamente vacías, y el campo y las plateas todavía incompletas, evidenció fallas en el volumen y claridad de sonido que, poco a poco, fue ajustándose hasta conseguir un nivel parejo en todos los temas que demostraron el poder y la versatilidad de la banda, y el carisma y la voz de Chester Bennington.
Y a pesar de este desperfecto inicial que se hacía evidente sobre todo en la parte trasera del campo, el público presente demostró que Linkin Park era una banda esperada y entonó, de memoria y fanáticamente, cada uno de sus temas, inclusive aquellos pertenecientes al último disco que salió a la venta hace poco más de un mes.
"A Thousand Suns" marca un período más experimental del grupo con temas delimitados por el hip-hop y la música electrónica, que contrastan con el estilo nu-metal y rock alternativo de sus discos anteriores, con los cuales llegaron a vender 50.000.000 de copias en todo el mundo.
Por eso, a pesar de la fidelidad con la que unos 10.000 fanáticos (en su mayoría adolescentes) recitaron las canciones nuevas, los puntos fuertes de la noche aparecieron al final del concierto con la interpretación de los clásicos "Shadow of the day", "In The End", "Breaking the habit" y "Bleed".
Y si bien durante la veintena de canciones que conformaron el repertorio de la noche la banda casi no interactuó con el público, a las 23 en punto Bennington eligió coronar el esperado concierto entonando "What I´ve done" en medio del campo -con un micrófono inalámbrico- junto a sus fans.
Así, durante una hora y media exacta Linkin Park logró sortear los problemas técnicos iniciales para presentar en Argentina gran parte de su disco nuevo -prácticamente sin guitarras- y conceder a su público los temas más celebrados de los álbumes "Hybrid Theory" (2000), "Meteora" (2003) y "Minutes To Midnight " (2007).
La gira, que la banda comenzó ayer en Buenos Aires, seguirá mañana en Santiago de Chile y el 11 de octubre en Sao Paulo antes de iniciar los conciertos por Europa, donde recorrerá Alemania, Austria, Francia, Dinamarca, Suiza e Inglaterra.
Fuente: Télam
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